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lunes, 21 de marzo de 2011

Ponme un nombre de amor

Cada 21 de marzo celebramos el día mundial de la poesía.

Si algo ha caracterizado a través de los siglos a la poesía ha sido la capacidad de convertirse en referente intrínseco a la expresión del amor.

Hablar de poesía es activar en el subconsciente un espacio donde la interpretación del mensaje nos habla de amor, anticipándose a todo lo demás.

Mi contribución humilde y sincera a este Día Internacional tiene nombre de amor:


Ponme un nombre de amor
entre los labios
que me haga sentir
el mar y el cielo,
del color del rosal
-sol terciopelo-
sin espinas de sal
entre los dedos.

En tus manos de flor
me acerco al sueño
de la ola en la arena.
Y en la espera de luz
-sed del arroyo-
con mi nombre
en tu voz
-susurro al viento
de la tarde que se pierde
en la distancia-
alcanzo el cielo.

Ponme un nombre de amor
a ras del suelo.

sábado, 12 de marzo de 2011

11-M-2004

Mejor no sentir nada. Sentirme un animal irracional sin sentimientos, que padecer esta angustia insoportable en mis entrañas, que me derrumba en el esencia misma del ser y que me atrapa en la retina y desangra imagen tras imagen en los pasos anónimos que se pierden, uno a uno, la vida en un instante.

Mejor no sentir nada para poder elevar un solo grito al cielo, salvaje, rasgado, profundo, ajado (acaso maullido o llanto) sobre la memoria reciente y sobre el último aliento desconcertado aún de tantos y tantos de nosotros.

Mejor no sentir nada, saberme ajeno a cuanto acontece a mi alrededor; particular y aislado en un espacio único donde sólo exista el paso del tiempo en la distancia de los años, el silencio y una vida por delante donde aprender a cada segundo a descubrir las cosas.

Hubiese sido mejor no sentir nada, que saber que he de vivir todos mis días desde ahora con la impotencia en la primera luz de la persiana y una pesadilla sin límites en el sueño de cada noche. Saberme derrotado de repente, minúsculo y pequeño (acaso nada) herido allí donde el dolor no tiene cura y no es posible que la herida cicatrice ni con el paso del tiempo, ni con un verso de amor y de esperanza entre los labios.

Desde ahora, estoy (estamos) condenados a caminar los instantes con la incertidumbre más incierta en cada paso, con la desconfianza más desconfiada en las miradas, con el temor más temible en cada gesto, con el recuerdo perenne e imborrable cada mañana…

Este golpe imprevisible del destino, ha de hacernos pensar y reencontrarnos. Sabernos todos uno en el dolor de los otros y aspirar cada mañana a hallar juntos, de nuevo, un espacio donde quepa una sonrisa y un poema de luz y de palabras. ¡Que la vida se marcha en cada vuelco y hoy la vida nos llora y se derrama en la grieta profunda que me abarca!

Recapacitemos juntos. Descubramos el mañana. Que este peso que me oprime y que me angustia necesita de ti y de vosotros, necesita de cientos de pupilas que han llorado, necesita muchas noches y alboradas para hacernos de la rabia y de la ira encontrar el abrazo y la palabra.

No es sencillo. Lo sabemos. Habremos de poner en ello el alma. Las vidas anónimas que perecieron cuando el sol dibujaba la alborada para hacernos comprender la realidad más cruel. Ilusiones, proyectos, esperanzas, el amor más sincero en la mirada… Preocupaciones, problemas, sinsabores… la vida misma reflejada en cada uno de los rostros que anhelaban cumplir otro minuto.

La responsabilidad es de todos. Sentémonos y hablemos. Recuperar la esperanza no es difícil, si lo hacemos pensando en el mañana. Tenemos que poner todo el esfuerzo para que este sentimiento que me atrapa nos devuelva el abrazo más sincero, nos hermane de nuevo en la distancia. Este golpe imprevisible de la vida ha de hacernos pensar y reencontrarnos. Sabemos que no es fácil, pero en ello tenemos que poner todos el alma.

martes, 8 de marzo de 2011

Siempre libres

Hablamos de igualdad con la vista en el pasado y somos conscientes de todo lo que hemos avanzado.

Tenemos conocimiento del último asesinato ocurrido ayer en la vecina Comunidad de Madrid y es evidente cuánto queda por conseguir.

Mientras una persona se crea superior a otra, mientras un hombre someta la libertad de ser y de existir de una mujer, tenemos que seguir en la brecha.

La base de la igualdad se encuentra en un concepto del amor en libertad y en el respeto a los silencios o a las palabras de la persona amada. Si amamos en libertad, la igualdad está más que asegurada.

Para ello la confianza en la persona amada ha de erigirse en el nudo gordiano de la relación:

Te quiero libre en nuestro amor
sin más dependencias
que las que tejen las manos;
y así, tú, libre en tu pensar,
yo libre en mi pensar,
nos iremos encontrando en los descansos
que el camino de la libertad
va estableciendo para nosotros.

Y entonces, y por unos segundos,
seremos prisioneros del amor,
porque así lo hemos deseado
tú y yo.

martes, 1 de marzo de 2011

Necesito un poema cada día

Necesito un poema cada día
que me llene de paz el sentimiento,
sentir que existe un verso en el aliento
para hacerme caminar cada mañana
a través de la vida.

Necesito la lluvia en la mirada
en el encuentro del lector con el poeta,
llenarme con su voz
-en las manos la palabra herida,
dispuesto el corazón
a fundirse en el mensaje-.

Necesito el compromiso del que escribe.
Su verso limpio y puro
en la avidez de mis ojos,
más allá del lirismo anacoreta,
tal como nace del corazón la voz en grito
-aún sangrando
en el regazo tendido de la libreta-.

Necesito encontrar la voz al viento
que declame conmigo la injusticia
en los versos anónimos de esos poetas
que buscan más allá de la mirada.
El sueño en la paz de la alborada
con la palabra de amor a ras del suelo
que nunca pide nada.

Necesito un poema cada día
que me llene de paz el sufrimiento.

lunes, 14 de febrero de 2011

No por ello, mi amor

Amada mía:

Aunque Dios decidiese hoy, mi amor, llevarme ya consigo, y privar a mis ojos de alcanzarte en la mirada…; o privar a mis manos de rozarte con mi tacto la expresión de la locura que confunde nuestras mentes… Aunque hoy augurasen que mi tiempo está perdido y unos cuantos segundos se apilasen en las sienes arrastrándome al vacío… No por ello, mi amor, dudaría de quererte, de saber que en mi tiempo sólo habita tu latido. No por ello, mi amor, rozaría tu mejilla con los párpados manchados, ni mi boca dejaría de esbozar una sonrisa; o mis brazos de abrazarte… No por ello, mi amor, decaería en cómo soy si te tengo aquí a mi lado.

Pensaría, tal vez, la fortuna de encontrarte deambulando entre los siglos; los instantes del amor que anduvimos de la mano; las caricias más sinceras en la piel de nuestros cuerpos; los silencios de amantes bajo el brillo de la luna; el calor de tu cuerpo encendido sobre el mío; los pasitos primeros de los hijos que me diste…

Soñaría, quizás, con la espera en el reencuentro en la estela del camino, donde todo fuese amor, amistad de estar contigo.

Ansiaría, tal vez, el final de la existencia por tenerte entre mis brazos, y quemarme en el deseo de saber estar contigo. Sin dudarlo ni un instante cambiaría mis segundos por un beso de tus labios; cegaría mis pupilas por la luz de una mirada.

Si hoy, por fin, me dijesen que mi tiempo está vencido y se va diluyendo como gota de rocío que desciende la mañana desde el tallo de una flor… prendería en mis manos un atillo en silencio de miradas sinceras, de sonrisas al viento, de caricias y mimos, de los besos que alaron la pasión a destiempo…

A tu lado, mi amor, he alcanzado la luna. He sabido quién soy y he sentido la noche abrazada a mi cuerpo. He sabido vivir la amistad del amor que es amor verdadero. A tu lado, mi bien, he entendido la vida; comprendido la muerte, ese paso final que asumí al conocer la bondad de tus ojos.

Si me muero, mi amor, cuando roce la luna las hendijas del viento y acaricien mis manos la ansiedad de tu boca, bésame en la quietud con el beso primero que brotó de tus labios… ¡Que me lleve el recuerdo del amor más sincero! Que contigo, mi amor, he alcanzado la luna y he sabido quién soy, y he sabido quién era… y he sabido vivir la amistad que se teje con amor verdadero.

Aunque Dios decidiese hoy, mi amor, llevarme ya consigo y privar a mis ojos de alcanzar tu mirada… Aunque hoy me augurasen que mi aliento se confunde con un sueño incontenible y se acaba ya mi vida… No por ello, mi amor, dudaría ni un instante de que el tiempo a tu lado me ha llenado por completo, ni cambiaría los segundos que nos dimos por la eterna permanencia.

martes, 8 de febrero de 2011

La respuesta de la colectividad

Ni los jóvenes no se involucran, ni están pasivos. Han sido precisamente (están siendo) los jóvenes egipcios, como antes los tunecinos, quienes hartos de la cadena de la opresión del totalitarismo, han elevado su voz al unísono para reivindicar, para exigir, democracia, libertad, participación.

Ha bastado tan sólo una convocatoria individual a la colectividad a través de internet (esa heramienta que tan bien utilizan todos los jóvenes del mundo y que cada vez más diferencia a las generaciones) para reunir en la Plaza de la Liberación de El Cairo (hermoso nombre del simbolismo que persiguen) a miles y miles de esforzados ciudadanos y ciudadanas que anhelan, con la urgencia del tiempo que se les escapa entre los dedos de las manos, una transición pacífica.

Las dictaduras (de derechas o de izquierdas), los totalitarismos, tienen los días contados. Las transiciones, en la globalidad del momento que nos ocupa, han de ser coherentemente pacíficas. Sin embargo, habrá aún quienes se resistan y ensucien (mucho más de lo que ya las tienen) las manos de la sangre inocente de los pacíficos.

DICTADORES

Hay vidas
que nos cuestan muchas vidas.

Son vidas
que se nutren de soberbia
de daño y de temor.

Son vidas de violencia
en la alborada
y de miedos cada puesta de sol;
de tiros en la nuca
por la espalda
-capaces de las aberraciones
más impensables-;
de muertes en las manos
manchadas de sangre;
de ordeno y mando.

Son vidas
que nos rasgan las entrañas
y nos sacan de quicio
en la libertad más sincera;
que nos llenan de ira
la sonrisa y la palabra,
y nos tornan violentos
sin querer.

Son vidas
que se esconden en el tumulto
-cobardes sin las armas
en las manos-
y que minan pensamientos
y democracias
a golpes.

Son vidas
que no dejan espacios
a su marcha.

¡Hay vidas
que nos cuestan tantas vidas!

domingo, 30 de enero de 2011

Lo circunstancial es aquí y ahora

Siempre he pensado que no existe otro instante más que el preciso momento que habito entre la expiración y la siguiente aspiración. Así de simple es la existencia y así sencillo debería ser entender el momento que nos ocupa.

Nos pasamos la vida viviendo en los recuerdos del pasado o planificando lo que ha de ser el futuro, sin ser conscientes de que es el ahora, el momento preciso, lo circunstancial del instante lo que nos hace plenos e intensos en cada segundo.

Este momento puntual en el que intento transmitir mis sentimientos con la sinceridad de quien escribe de sí mismo su percepción más particular de la existencia:

Lo circunstancial es aquí y ahora


Lo circunstancial
es aquí
y ahora,
el instante preciso
en el que te miro
y tú me miras;
el instante
en el que sin decirnos nada
nos lo decimos todo,
y las bocas abundan las manos
para abarcarnos enteros;

el paso previo
a tenerme
y a tenerte,
a tenernos los dos
en un único espacio
irrepetible
y juntos.

Lo circunstancial
es aquí
y ahora,
el instante preciso
que compartimos siempre.

domingo, 23 de enero de 2011

La luz y el color del invierno

Si algo caracteriza a nuestra querida tierra es la intensidad diferenciada de cada estación.
En el invierno, la luz y el color nos embeben de la imagen más sincera.
La belleza de las nieblas, envolviéndolo todo como una suave gasa, nos acaricia la mejilla con el tacto más sutil:

INVIERNO
Tirita el frío de la noche rasa
la tierra seca de los campos planos,
la tierra nuestra de pedazos llanos
tirita el frío cuando no se abrasa.

Tirita el frío de la niebla. Gasa
ebúrnea que me abraza en los rellanos
de la vida que supera altozanos
al pasar sobre mí como ahora pasa.

La Mancha despereza en la blancura
de escarcha que atenaza la figura
y viene a definir esta meseta.

Me gusta la rudeza de estas tierras,
llanuras matizadas por las sierras
que mezclan colorido en la paleta.

domingo, 16 de enero de 2011

Libertad en Túnez

En Túnez la democracia comienza a abrirse paso después de las revueltas populares de los últimos días.

Los totalitarismos tienen los días contados en un mundo que se caracteriza por la globalidad de los acontecimientos y por la cercanía de lo que sucede en cualquier rincón del mundo.

África y el mundo árabe tienen la obligación de incorporarse a la modernidad. El papel que han de jugar Europa y los países de la OCDE es crucial para procurar que las democracias avancen en este continente.

Estoy convencido de que antes que después la normalidad será países democráticos representados por la voz de sus ciudadanos y de sus ciudadanas.

Sin embargo, ahora nos enfrentamos a un nuevo totalitarismo, a la dictadura de los mercados y de las agencias de evaluación y de calificación.

Esta nueva forma de dictadura, siempre latente pero emergente a partir de la crisis financiera que estamos padeciendo desde hace ya más de tres años, puede provocar que la política democrática con mayúsculas (la política de los ciudadanos) vea mermada su capacidad de decisión y de intervención al socaire de la arbitrariedad de una simple nota de prensa.

Ahora que en Túnez la luz de la libertad comienza a traslucir el sol más intenso, necesitamos reflexionar juntos para no volver a crear nuevos monstruos.

sábado, 8 de enero de 2011

Ocurre en Haití

En Haití el caos y la desesperación son la expresión del acontecer diario desde el terrible terremoto sufrido hace ahora un año.

En los campamentos improvisados, donde viven hacinados los niños y los mayores, las jóvenes y sus madres, las personas angustiadas y aquellas que anhelan aún un rayo de compasión de occidente, la confusión lo envuelve todo.

Y en esa confusión, en ese caos, grupos de hombres cobardes en manada aprovechan la impunidad que les ofrece la oscuridad de cada noche para satisfacer su apetito sexual con niñas y mujeres, madres e hijas, a la vez.

Saben que el silencio se convertirá en su mujer coartada… El silencio, el desconocimiento y el miedo, que todo lo envuelve para no dejar oír a esta sociedad adormecida y conformista el llanto de la desesperanza.

Amnistía Internacional es la única voz de alarma que se ha elevado para hacernos llegar la verdad de lo que acontece.

Todas aquellas personas que se sientan agredidas, deberían convertirse en altavoz de esta barbarie y de cualquier otra que atente los derechos fundamentales y la dignidad de la persona.