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domingo, 30 de enero de 2011

Lo circunstancial es aquí y ahora

Siempre he pensado que no existe otro instante más que el preciso momento que habito entre la expiración y la siguiente aspiración. Así de simple es la existencia y así sencillo debería ser entender el momento que nos ocupa.

Nos pasamos la vida viviendo en los recuerdos del pasado o planificando lo que ha de ser el futuro, sin ser conscientes de que es el ahora, el momento preciso, lo circunstancial del instante lo que nos hace plenos e intensos en cada segundo.

Este momento puntual en el que intento transmitir mis sentimientos con la sinceridad de quien escribe de sí mismo su percepción más particular de la existencia:

Lo circunstancial es aquí y ahora


Lo circunstancial
es aquí
y ahora,
el instante preciso
en el que te miro
y tú me miras;
el instante
en el que sin decirnos nada
nos lo decimos todo,
y las bocas abundan las manos
para abarcarnos enteros;

el paso previo
a tenerme
y a tenerte,
a tenernos los dos
en un único espacio
irrepetible
y juntos.

Lo circunstancial
es aquí
y ahora,
el instante preciso
que compartimos siempre.

domingo, 23 de enero de 2011

La luz y el color del invierno

Si algo caracteriza a nuestra querida tierra es la intensidad diferenciada de cada estación.
En el invierno, la luz y el color nos embeben de la imagen más sincera.
La belleza de las nieblas, envolviéndolo todo como una suave gasa, nos acaricia la mejilla con el tacto más sutil:

INVIERNO
Tirita el frío de la noche rasa
la tierra seca de los campos planos,
la tierra nuestra de pedazos llanos
tirita el frío cuando no se abrasa.

Tirita el frío de la niebla. Gasa
ebúrnea que me abraza en los rellanos
de la vida que supera altozanos
al pasar sobre mí como ahora pasa.

La Mancha despereza en la blancura
de escarcha que atenaza la figura
y viene a definir esta meseta.

Me gusta la rudeza de estas tierras,
llanuras matizadas por las sierras
que mezclan colorido en la paleta.

domingo, 16 de enero de 2011

Libertad en Túnez

En Túnez la democracia comienza a abrirse paso después de las revueltas populares de los últimos días.

Los totalitarismos tienen los días contados en un mundo que se caracteriza por la globalidad de los acontecimientos y por la cercanía de lo que sucede en cualquier rincón del mundo.

África y el mundo árabe tienen la obligación de incorporarse a la modernidad. El papel que han de jugar Europa y los países de la OCDE es crucial para procurar que las democracias avancen en este continente.

Estoy convencido de que antes que después la normalidad será países democráticos representados por la voz de sus ciudadanos y de sus ciudadanas.

Sin embargo, ahora nos enfrentamos a un nuevo totalitarismo, a la dictadura de los mercados y de las agencias de evaluación y de calificación.

Esta nueva forma de dictadura, siempre latente pero emergente a partir de la crisis financiera que estamos padeciendo desde hace ya más de tres años, puede provocar que la política democrática con mayúsculas (la política de los ciudadanos) vea mermada su capacidad de decisión y de intervención al socaire de la arbitrariedad de una simple nota de prensa.

Ahora que en Túnez la luz de la libertad comienza a traslucir el sol más intenso, necesitamos reflexionar juntos para no volver a crear nuevos monstruos.

sábado, 8 de enero de 2011

Ocurre en Haití

En Haití el caos y la desesperación son la expresión del acontecer diario desde el terrible terremoto sufrido hace ahora un año.

En los campamentos improvisados, donde viven hacinados los niños y los mayores, las jóvenes y sus madres, las personas angustiadas y aquellas que anhelan aún un rayo de compasión de occidente, la confusión lo envuelve todo.

Y en esa confusión, en ese caos, grupos de hombres cobardes en manada aprovechan la impunidad que les ofrece la oscuridad de cada noche para satisfacer su apetito sexual con niñas y mujeres, madres e hijas, a la vez.

Saben que el silencio se convertirá en su mujer coartada… El silencio, el desconocimiento y el miedo, que todo lo envuelve para no dejar oír a esta sociedad adormecida y conformista el llanto de la desesperanza.

Amnistía Internacional es la única voz de alarma que se ha elevado para hacernos llegar la verdad de lo que acontece.

Todas aquellas personas que se sientan agredidas, deberían convertirse en altavoz de esta barbarie y de cualquier otra que atente los derechos fundamentales y la dignidad de la persona.