rss
email
twitter
facebook

lunes, 31 de diciembre de 2012

Poemas para vivir cada día

Está en mi esencia


Complicarme la vida
está en mi esencia.
Inventarme un segundo diferente
para alcanzar la luna.
Y quebrar  los sueños cada noche
en la vigilia de una nueva idea.

No estarme quieto ni un instante
a sabiendas de que el tiempo se me escapa
entre los dedos
y la vida es un tiempo impredecible
que nos puede sorprender
cuando menos lo esperemos.

Soñar cada segundo
por arrancarle un verso al minutero
que pretende ser estrofa de otros versos
en el intento final de ser poema.

La vida es un poema entre las manos
que nos haga soñar con que es posible
alcanzar la luna con los dedos,
inventarme un segundo diferente
y no estarme quieto ni un solo instante.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Poemas para vivir cada día

Últimamente



Últimamente me invade por doquier

una sensación de circunstancialidad tan apremiante
que el tiempo se diluye a ritmo de desmayo.

En la ventana la tarde me dice
que las horas han discurrido a velocidad de vértigo
sin apenas darme cuenta de su existencia.

La existencia es un espacio demasiado breve.
De un tiempo a esta parte
ni siquiera soy capaz de sostenerme en los recuerdos.

Una inercia indescriptible me arrastra hacia el ocaso
y tengo la sensación constante de apenas rozar el suelo.

Ser o no ser.
Estar o no estar.
Me digo mientras apuro el último sorbo del café
como si en ello me estuviese yendo la vida.

Quizás ya nada tenga sentido
para dejarme llevar en mitad del tumulto.

Necesito la percepción del espacio de la infancia,
las interminables horas de una tarde de siega
y recuperar los olores de la gavilla en la lumbre;
la lentitud de los días
sobre mis ganas locas por crecer a cada instante:
-el sabor de los pueblos en la cal de mis ojos-.

Esta eventualidad me agota por completo.
Pareciera entonces que ya he dejado de ser.

Necesito soñar muchos sueños en un mismo sueño
para poder sentir que sigo aquí segundo a segundo.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Con mis mejores deseos

jueves, 6 de diciembre de 2012

Día de la Constitución

Hoy celebramos el treinta y cuatro aniversario de nuestra Constitución.

Hoy se han celebrado decenas de actos de izadas de bandera. Actos metálicos, con discursos metálicos, que no dicen nada y solucionan menos.

Hoy, mientras los políticos celebran (yo no lo he celebrado) estas pantomimas, es la sociedad civil, articulada en colectivos como Cruz Roja o Cáritas, la que está ofreciendo una respuesta decente a miles de situaciones de sufrimiento.

Hoy izamos la bandera en defensa de la misma Constitución cuyos derechos fundamentales pisoteamos todos los días con decisones políticas que están provocando una quiebra de la convivencia.

En estos treinta y cuatro años hemos vivido en paz y en democracia. Quizás sea esto lo último que nos queda, aún.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Poemas para vivir cada día

La última noche de amor


 

Hoy no encuentro el sentido

a la existencia
para seguir, amor, aquí viviendo.

Me pesa el corazón a ras del viento
como pesa la tarde
a través de la ventana.

Hay días en los que no existe mañana
donde poner los ojos y el camino
en la distancia del verso que me falta.

En la memoria
la última noche de amor
como un anhelo sin fin al que aferrarme.

No es sencillo volver a encontrarme
cuando, perdido, deambulo las estrofas
de un poema que quiero escribir.

Ayer hubiese sido mucho más sencillo
hacerme de beber del cáliz de los sueños.

Hoy, quizás, no tengo sed
para seguir, amor, ante los días
con la brújula perdida en la distancia.

No saber adónde voy es desconsuelo
que debo superar en cada rima.

Dejarse llevar del sentimiento es mi fe.
Después un trozo de papel se ha llenado
de palabras y de pensamientos.

Te descubro de nuevo en mis adentros
para alcanzar, al menos, la puesta de sol.

Cerrar los ojos. No pensar en nada.
Saber que he de despertar mañana
con los primeros rayos del sol en la persiana
llenándome de nuevo el corazón…

Y a debatirme de nuevo en otro día.
Yo luchando por vivir cada segundo
con las manos en el verso al descubierto.
Y la mente confundiendo el pensamiento
para hacerme de dudar si en cada rima
soy ficticio o soy real.

Despertar de nuevo.
Volver a comenzar.
Y en la cuartilla el desenlace del combate.

Un poema sin título y una esperanza
nos incitan de nuevo a caminar.