rss
email
twitter
facebook

domingo, 24 de marzo de 2013

Poemas para vivir cada día

Nos hemos vuelto indiferentes


Nos hemos vuelto indiferentes.
Sin darnos apenas cuenta
nos hemos ido deshumanizando
poco a poco.

Hablamos de globalidad
y cada vez somos más individuales.

Es difícil que algo nos conmueva
o nos emocione

Cerramos las fronteras a cal y canto
para que nadie nos perturbe
en la estabilidad conseguida,
sin detenernos a reflexionar siquiera
que hace tan sólo unos años
éramos nosotros
quienes llamábamos a la puerta
del futuro
y de la esperanza.

La ironía nos abunda
por doquier.
Con la excusa de la falta de papeles
excluimos
-aferrados en la fe-
a los que vienen con las manos tendidas
a nuestro encuentro.

Quizás hemos perdido
el sentido de las cosas
y el compromiso a diario.

Se hace necesario hablar de amor
a manos llenas
y corazón desprendido
en el entendimiento
de que tan sólo desde el amor
nos crecerá de nuevo
la humanidad que nos falta.

domingo, 17 de marzo de 2013

Poemas para vivir cada día

No basta con creer en la igualdad


No basta con creer en la igualdad
como un nuevo pensamiento
o una frase en la boca
en un momento puntual.

La igualdad es un derecho individual
que nos debe quitar el sueño.
Una apuesta colectiva
para sentirnos juntos.

La igualdad hay que lucharla cada día.

Nadie nos puede arrebatar
la libertad de ser
y de existir,
la posibilidad de participar plenamente
de nuestro tiempo
y de nuestro espacio
- breve ámbito temporal
en el devenir de la existencia -.

Y no podemos permitir
la invisibilidad de algunos.

Nos urge la complicidad de todos
para seguir avanzando
y tus manos compañeras
entrelazadas con las mías
para que caminemos juntos.

domingo, 3 de marzo de 2013

Poemas para vivir cada día

Los sueños de nuestros padres


Teníamos todo
- incluso mucho más
de lo que hubiésemos deseado
unos años atrás –
y nos empeñábamos
en continuar acumulando,
en continuar acaparando
a nuestro alrededor
todos los bienes materiales posibles.

Era como si de repente
hubiésemos olvidado
la esencia de nuestro compromiso
y la base de nuestro pensamiento
- de solidaridad hacia los demás,
de reparto hacia los “nadies”
y hacia los que no nada tienen -,
y tan sólo nos importase
el egoísmo interior que nos devora
por amontonar a nuestro alrededor.

Habíamos sido capaces
de atrapar en cada segundo
los sueños de nuestros padres
para traicionar en un instante
tantas horas de lucha
y de sacrificio.