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domingo, 24 de marzo de 2013

Poemas para vivir cada día

Nos hemos vuelto indiferentes


Nos hemos vuelto indiferentes.
Sin darnos apenas cuenta
nos hemos ido deshumanizando
poco a poco.

Hablamos de globalidad
y cada vez somos más individuales.

Es difícil que algo nos conmueva
o nos emocione

Cerramos las fronteras a cal y canto
para que nadie nos perturbe
en la estabilidad conseguida,
sin detenernos a reflexionar siquiera
que hace tan sólo unos años
éramos nosotros
quienes llamábamos a la puerta
del futuro
y de la esperanza.

La ironía nos abunda
por doquier.
Con la excusa de la falta de papeles
excluimos
-aferrados en la fe-
a los que vienen con las manos tendidas
a nuestro encuentro.

Quizás hemos perdido
el sentido de las cosas
y el compromiso a diario.

Se hace necesario hablar de amor
a manos llenas
y corazón desprendido
en el entendimiento
de que tan sólo desde el amor
nos crecerá de nuevo
la humanidad que nos falta.

domingo, 17 de marzo de 2013

Poemas para vivir cada día

No basta con creer en la igualdad


No basta con creer en la igualdad
como un nuevo pensamiento
o una frase en la boca
en un momento puntual.

La igualdad es un derecho individual
que nos debe quitar el sueño.
Una apuesta colectiva
para sentirnos juntos.

La igualdad hay que lucharla cada día.

Nadie nos puede arrebatar
la libertad de ser
y de existir,
la posibilidad de participar plenamente
de nuestro tiempo
y de nuestro espacio
- breve ámbito temporal
en el devenir de la existencia -.

Y no podemos permitir
la invisibilidad de algunos.

Nos urge la complicidad de todos
para seguir avanzando
y tus manos compañeras
entrelazadas con las mías
para que caminemos juntos.

domingo, 3 de marzo de 2013

Poemas para vivir cada día

Los sueños de nuestros padres


Teníamos todo
- incluso mucho más
de lo que hubiésemos deseado
unos años atrás –
y nos empeñábamos
en continuar acumulando,
en continuar acaparando
a nuestro alrededor
todos los bienes materiales posibles.

Era como si de repente
hubiésemos olvidado
la esencia de nuestro compromiso
y la base de nuestro pensamiento
- de solidaridad hacia los demás,
de reparto hacia los “nadies”
y hacia los que no nada tienen -,
y tan sólo nos importase
el egoísmo interior que nos devora
por amontonar a nuestro alrededor.

Habíamos sido capaces
de atrapar en cada segundo
los sueños de nuestros padres
para traicionar en un instante
tantas horas de lucha
y de sacrificio.

lunes, 11 de febrero de 2013

Poemas para vivir cada día

Abro los ojos


Abro los ojos
y descubro un mundo nuevo cada día.
Como si ayer hubiese dejado de existir
-apenas en la memoria-
y hoy necesitase toda la energía
del último momento.

Caminar hacia mañana es la intención.
En ello pongo el empeño.
Sin embargo, necesito de tus labios cada noche
como aljibe de agua hacia mi boca
y tus dedos sorprendiéndome en penumbras
un rincón de mi extensión
que ya conocen.

Quizás sea la edad
(casi cuarenta)
o este calor de junio insoportable
que me tienen ante tu piel como un esclavo.

Nada tiene sentido si no estás a mi lado.
Y sin embargo no soy capaz de dejar de necesitarte
mucho menos de lo que te necesito.

Serán estos cuarenta que me tienen confundido
o que veo como se escapan los segundos de los dedos
tan deprisa.

Querer vivir con esta intensidad
no tiene nombre
ni seguramente justificación.
Sin embargo he de entender
que éste vértigo te agote
y dejes de seguirme algunas veces.

Yo también he de aprender a comprenderte.


lunes, 28 de enero de 2013

Poemas para vivir cada día

Amanecer cada día ya es un reto


Amanecer cada día
ya es un reto cada día.

No menor es el reto
de suspenderse en los segundos
que atraviesan la mañana;
balancearse lentamente
para saltar de un segundo
a otro segundo
sin herirse en el intento.

Es un reto la tarde
cuando declina suavemente
y se embebe en la noche.

Y son un reto tus labios
cuando besan mis silencios;
o tus ojos que miran tiernamente
nuestros sueños cada noche.

Anochecer cada noche
ya es un reto cada noche.

Y saberme afortunado
por seguir un día más
en la vida plenamente.

jueves, 10 de enero de 2013

Poemas para vivir cada día

Correr


Correr.
Querer llegar adónde.
Cruzar a ritmo de relámpago
las horas y los días,
ahíto de cansancio.

Dejarme en los recodos del instante
la piel en un momento
-irrepetible cada segundo
en la circunstancia que me ocupa-.

Saber que me desgasta
la huella en el camino
-cansado de distancia y de horizontes
que nunca he de alcanzar-.

Y volver a correr
después de una parada
-leve descanso
para recuperar el aliento y la palabra,
el beso de la tarde
en el aroma más preciso-.

Y después de una carrera…
Otra carrera…
Y otra detrás de otra.
Y al final
regresar al mismo punto.
Mucho más viejo y desgastado,
quizás más pausado y tranquilo.
Con la sabiduría en la blancura de las canas
y en las arrugas de la frente.

Es entonces leve el susurro del tiempo
y en las manos nos cabe la prisa de siempre.

Es entonces el día
el momento más bello.
Y saber que cada segundo se marcha
y ya no vuelve jamás
nos hace más sinceros para con nosotros mismos.

Correr.
Querer llegar adónde…

lunes, 31 de diciembre de 2012

Poemas para vivir cada día

Está en mi esencia


Complicarme la vida
está en mi esencia.
Inventarme un segundo diferente
para alcanzar la luna.
Y quebrar  los sueños cada noche
en la vigilia de una nueva idea.

No estarme quieto ni un instante
a sabiendas de que el tiempo se me escapa
entre los dedos
y la vida es un tiempo impredecible
que nos puede sorprender
cuando menos lo esperemos.

Soñar cada segundo
por arrancarle un verso al minutero
que pretende ser estrofa de otros versos
en el intento final de ser poema.

La vida es un poema entre las manos
que nos haga soñar con que es posible
alcanzar la luna con los dedos,
inventarme un segundo diferente
y no estarme quieto ni un solo instante.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Poemas para vivir cada día

Últimamente



Últimamente me invade por doquier

una sensación de circunstancialidad tan apremiante
que el tiempo se diluye a ritmo de desmayo.

En la ventana la tarde me dice
que las horas han discurrido a velocidad de vértigo
sin apenas darme cuenta de su existencia.

La existencia es un espacio demasiado breve.
De un tiempo a esta parte
ni siquiera soy capaz de sostenerme en los recuerdos.

Una inercia indescriptible me arrastra hacia el ocaso
y tengo la sensación constante de apenas rozar el suelo.

Ser o no ser.
Estar o no estar.
Me digo mientras apuro el último sorbo del café
como si en ello me estuviese yendo la vida.

Quizás ya nada tenga sentido
para dejarme llevar en mitad del tumulto.

Necesito la percepción del espacio de la infancia,
las interminables horas de una tarde de siega
y recuperar los olores de la gavilla en la lumbre;
la lentitud de los días
sobre mis ganas locas por crecer a cada instante:
-el sabor de los pueblos en la cal de mis ojos-.

Esta eventualidad me agota por completo.
Pareciera entonces que ya he dejado de ser.

Necesito soñar muchos sueños en un mismo sueño
para poder sentir que sigo aquí segundo a segundo.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Con mis mejores deseos

jueves, 6 de diciembre de 2012

Día de la Constitución

Hoy celebramos el treinta y cuatro aniversario de nuestra Constitución.

Hoy se han celebrado decenas de actos de izadas de bandera. Actos metálicos, con discursos metálicos, que no dicen nada y solucionan menos.

Hoy, mientras los políticos celebran (yo no lo he celebrado) estas pantomimas, es la sociedad civil, articulada en colectivos como Cruz Roja o Cáritas, la que está ofreciendo una respuesta decente a miles de situaciones de sufrimiento.

Hoy izamos la bandera en defensa de la misma Constitución cuyos derechos fundamentales pisoteamos todos los días con decisones políticas que están provocando una quiebra de la convivencia.

En estos treinta y cuatro años hemos vivido en paz y en democracia. Quizás sea esto lo último que nos queda, aún.