rss
email
twitter
facebook

martes, 21 de enero de 2014

Homenaje a José María Arcos


Quiero compartir con los lectores este soneto que escribí a la muerte de un amigo. José María Arcos también era mi amigo del alma:

Tengo rojos los ojos de llorarte


Tengo rojos los ojos de llorarte
y la rabia prendida en la garganta.
Ni mi verso de amor me solivianta
ni la rima que quiero dedicarte.

Si llorando pudiera regresarte
y paliar el dolor que me quebranta…
Si tu marcha veloz se me atraganta
cuando tengo yo tanto que contarte…

En las alas de viento la utopía
la tejieron tus manos cada día
con tu forma de ser tan limpia y pura.

Compañero, sin más, en el camino,
Qué temprano encontraste tu destino,
qué dolor me dejaste, que amargura.

0 comentarios: