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domingo, 29 de abril de 2012

Poemas para vivir cada día

IV

Nos pesaba la existencia
como una losa de mármol
en el día a día.

Hubiésemos querido vivir en el mañana
y evitar así el sufrimiento
del instante,
el paso del segundo sobre el rostro
que marca su destino.

Una angustia vital
nos hilvanaba el momento
y la ansiedad del reloj
nos irritaba los ojos.

Nos preocupaba el anonimato
en mitad del bullicio
y el tiempo (la vida) era una carrera
intentando conseguir cualquier prestigio
que a la vuelta de la esquina
yacería en el olvido.

domingo, 15 de abril de 2012

Poemas para vivir cada día

III

Y el tiempo era la constante
-y a su vez la excusa-.

Nos faltaba el tiempo
para ser felices,
para contemplar una puesta de sol
en los brazos de la amada,
para atender la sonrisa de fruta
de los labios de un niño,
para abrazar la distancia
de un orgasmo en penumbras,
e incluso
para hacer el amor a la luz de una vela.

Llovía aquella tarde
sobre el alféizar de la ventana
y nos faltaba el tiempo
para ser nosotros.

Habíamos creado un mundo de individualidad
y soledades
de donde no era fácil escapar.

domingo, 1 de abril de 2012

Poemas para vivir cada día

II

Nos faltaba el tiempo
para ser felices.
Hubiésemos agrandado la esfera
del reloj
si hubiéramos podido,
retardado el espacio de luz
y languidecido el cenit de la luna,
dilatado las estaciones
y prolongado la temporalidad de los años…

Nos faltaba el tiempo
para ser nosotros
y justificábamos su escasez
hipotecando los pequeños detalles
de la vida.

Acaso hubiese sido mejor
que no existiese la memoria
y todo fuese olvido.

lunes, 19 de marzo de 2012

Poemas para vivir cada día

Teníamos todo para ser felices

I

Teníamos todo para ser felices
y no éramos capaces
de aprovechar la circunstancia,
el instante
que fluía ante nosotros
con las ansias de ser aprovechado.
Por ende,
diluíamos la vida
en acaparar abundancia
y soledades,
sabiendo de antemano que todo
perecería también con nosotros,
que nos existe vanidad más grande
que soportar la existencia
en la falta de valores.

Y perdimos la fe una alborada
cuando el sol proyectaba en la ventana
una sombra de luz.

domingo, 4 de marzo de 2012

Poemas para vivir cada día

Necesito escribir de lo cotidiano

Necesito escribir de lo cotidiano
porque en ello está la vida.

Necesito vivir en el detalle,
en la diferencia constante
de un segundo con otro.

Lo cotidiano nos inunda día a día
con su transcurrir sereno.

Sin embargo, a veces, nos dejamos llevar
por la inercia
de este flujo diario que nos empuja.
Y en el despiste del instante
no somos capaces de recapacitar
sobre lo grandioso del detalle
y de lo cotidiano.

Constantemente a nuestro alrededor
ocurren circunstancias
que con asiduedad nos pasan desapercibidas:
la brisa que acaricia tu sonrisa
al abrir el sol en la alborada,
el niño que nos mira en sus adentros
con ojos de sorpresa,
el coche que discurre por la calle,
un beso de amistad en una esquina
en labios de dos jóvenes…

Porque escribir de lo intranscendente
no es normal
ni tiene, acaso, sentido,
yo quiero desde ahora
vivir en los pormenores
que el instante me ofrece.

Si somos capaces de detenernos
y mirar con los ojos cristalinos
comprenderemos que en ello está la vida.

A veces bastaría tan sólo con saber escuchar
cómo suena el espacio que nos rodea
para entender que en lo inmediato
necesitamos vivir de lo cotidiano
para encontrar algo que nos sostenga
los versos que yo escribo.

martes, 14 de febrero de 2012

Camino y verso

Mi muy amada señora Dulcinea:

Aquesta mañana, como todas y cada una de las mañanas de mi vida, el primer pensamiento al despertarme ha sido para vos. Concilié tarde el sueño pensando en mía señora y departiendo con Sancho las pesquisas del instante. Contéle cómo quedé prendado de vos misma al rayar la luz del alba una alborada los tapiales blancos de su casa. Y cómo desde entonces la he amado y he vivido por su amor, que mi vida sin usted no tiene ningún sentido.

Anoche plugue al cielo por su amor, - caballero tan hidalgo ha de rendir a sus pies a las lanzas más insignes para ganar su confianza-. Y el cielo devolvióme una señal en forma de estrella fugaz. Y en la estela de luz de aquesta llama entreví yo su sonrisa, comisuras celestiales iluminándome el camino.

Y no piense mía señora, que el mío corazón vive ajeno a su pureza, que no ha dejado de latirle desde el día en que mis ojos osaron detenerse, de soslayo, en su figura. Mas aún es pronto para retornar y quédanme mil aventuras que correr hasta allegar a vos las preces del combate.

Conservo aún su pañuelo azul, como el color de la tarde tendida a lo infinito, anudándose a mi lanza, que ¡vive Dios! que a más de un caballero le he obligado a rendirle pleitesía. Y no podría ser aquesto de otra forma, cuando vivo por usted y por los ojos que me miran.

El cielo se ha sumado a mi nostalgia y llovizna amor desde lo alto. Hemos dado con nuestros huesos bajo un almendro y con su imagen en mi mirada, que es menester resguardarse del agua y de la noche en estos campos abiertos a la nada… A la nada y a nuestra esperanza; al instante del encuentro frente a frente; al instante en que se miren las miradas y me cuente que le han rendido pleitesía caballeros derrotados en La Mancha; y le cuente que he soñado muchas noches con sus manos de mujer sobre mi espalda.

El honor que yo defiendo la protege en la estela del amor que nos embarca. Soy hidalgo y caballero, de la Triste Figura hoy me llaman, mas soy hombre enamorado de mujer, que por vos prendió la lanza y la espada, y errante por llanuras tan inmensas vive preso de ganar su confianza…

Esta noche he soñado con usted al rayar la luz primera la alborada y de sol, a sol y sol, camino y verso, he cumplido sin querer otra jornada. Queda poco, amada mía Dulcinea, para ser de dos amantes fuego y agua, corazón con corazón y un solo cuerpo entre jaras, olivares y retamas.

sábado, 11 de febrero de 2012

Poemas para vivir cada día

Comenzar de nuevo

Necesito una meta cada día
donde colgar los sueños de un instante,
poder mirar al frente
saberme errante a lo infinito
-el horizonte a lo lejos
retándome al encuentro
que nunca he de alcanzar-.

Necesito una meta en la sonrisa
para sentirme útil, necesario
en el círculo azul del calendario,
en las hojas que arranco cada día
de la memoria esquiva.

Necesito un poema en la mirada,
sentir cómo me quema su llamada
en el centro del alma,
-universo que atenazo en la pupila
con un verso de amor entre los labios-.

El lápiz y el papel
una osadía en mitad de la calle.
Y un coche que se para,
un insulto y nos miramos a la cara.
Él henchido y orgulloso del reproche,
yo con un verso nuevo entre las manos
capturado en el despojo del asfalto,
atrapado en el último resquicio
en la página gris de la libreta
donde apunto cada tarde el sentimiento
que en silencio se viste de poema
para llenarme la vida.

Necesito una meta a cada instante
donde prender el pensamiento y la mirada,
poder mirar al frente
no sentir nada más que el verso de amor
acariciándome la frente.

Después una sensación de paz y de espera
me inunda en el giro de ese día.
Y a comenzar de nuevo
en busca de otra meta
que sostenga el hálito vital de este poeta.

viernes, 10 de febrero de 2012

Las dos España

"Me duele España" decía Don Miguel de Unamuno en el siglo pasado.
Jamás tres palabras han expresado tanto y han significado tanto.

Don Antonio Machado nos decía en uno de sus poemas "Una de las dos Españas ha de helarte el corazón".
Intensos versos para denunciar lo que entonces ocurría en nuestro país.

Leyendo a estos dos sabios de la literatura española pareciera que hemos retrocedido al siglo pasado y a la etapa más triste de nuestra reciente historia.

Después de más de treinta años de democracia las heridas continúan abiertas, el ánimo de revancha vigente y la brecha entre las dos españas visible.

Para quienes éramos unos niños en los estertores de la dictadura y hemos contribuido a afianzar un nuevo tiempo de hermandad y de libertad, lo que está ocurriendo me produce (ante todo) tristeza, mucha tristeza.

La estulticia de la condición humana no tiene límites, el rencor tampoco.
¡Basta ya! No podemos retroceder ni un paso en todo lo construido en los últimos treinta años. La conviviencia y la sociedad deben estar siempre por encima de la política.

La sentencia de inhabilitación del juez Garzón y la inocencia de Camps, junto a recientes decisiones políticas que afectan a derechos fundamentales conseguidos, chirrían en una sociedad que vuelve a abrir espacios para un desencuentro que (al menos) nos debiera preocupar.

jueves, 26 de enero de 2012

Poemas para vivir cada día

Y así voy caminando

Hace tiempo que decidí
ser uno mismo,
escuchar al sentimiento
inundarme de palabras
y llenarme los instantes
de silencios
-corazón lleno de lluvia
en torrentes de armonía-.

Y decidí
dejar que la palabra
escogiese su posición en la escritura,
que rompiese la sintaxis
y antepusiese el ritmo
-cenicienta en el anhelo
de besar la luna llena-
al esquema concebido.

Desde entonces
el poema es una incógnita,
un suspiro entrecortado
que sorprende al pensamiento
a su gusto
y a su antojo.

Salta la sonrisa
de repente
más allá del alcance
de la pluma
en un verso entrecortado;
o la calma serena
los sentidos
en secuencias prolongadas
de oleajes
que derraman en la playa
y en la hoja
mareas continuas de poesía.

Y así voy caminando
día a día.
Un verso se anticipa
a la alborada
al despuntar el día
en la ventana
y la noria
anclada en el sendero
me vierte cangilones
-desde el pozo de sed
que mana cristalino-
a la aljibe de seda
de mis labios.

domingo, 8 de enero de 2012

Poemas para vivir cada día

“Poemas para vivir cada día” es un libro de autoayuda para entender las circunstancias que nos rodean, los estados de ánimo que nos condicionan y la manera de comportarnos ante los acontecimientos de la vida, a través del instante que el verso vierte ante nosotros.

Sin embargo, estoy totalmente convencido de que tan sólo es preciso saber percibir el momento puntual, dejarse llevar por las situaciones que los sentimientos estimulan, para entender que lo único que verdaderamente existe es el preciso y precioso instante que nos ocupa.

A nuestro alrededor, la vida nos ofrece cada día situaciones y percepciones distintas que debemos vivir con la intensidad que cada oportunidad nos ofrece, porque jamás un instante es idéntico a otro. ¡Aprovechémoslas con todas nuestras ganas!


Voy en busca del ser que va conmigo
y acompaña mi paso a cada instante,
voy en busca de un ser tan semejante
que no logro saber a quien persigo.

Voy buscando la mano del amigo
que tendida ante mí está delante,
voy buscándome a mí en el semblante
que confunde mi yo con su testigo.

Voy en busca del hombre esperanzado
que muy dentro de mí tiene un sembrado
de manojos de amor y paz henchida,

blancos lirios de sol, rojo rosal,
y en el centro del cuerpo un manantial,
donde beben los dos agua llovida.