Me miro en el espejo
Me miro en el espejo
y apenas me conozco.
Ya no soy el de ayer,
ni siquiera el de ahora.
Me dejo llevar por la inercia
que me empuja
y deambulo los segundos
a ritmo de latido.
Me miro en el espejo
y un mundo de recuerdos
me llena los espacios
-la memoria de un tiempo
en el que descubrí las cosas-.
Ahora las canas me devuelven la sorpresa
y son casi cuarenta las pupilas
que me contemplan en silencio
intentando comprenderme.
Apenas me conozco
y, sin embargo, sigo aquí
con los miedos ajenos en el sueño
y pasando los días sobre el rostro
como pasan las horas sobre el viento.
Me miro en el espejo
y apenas me comprendo.
Saber cómo he llegado hasta aquí
es una incógnita, incluso para mí mismo,
que quisiera descubrir.
Me miro en el espejo
y me descubro en el encuentro,
en una circunstancia de mi vida
hacia dónde no sé si el camino me conducía
cuando inicié este viaje
a través de los años.
Mas estoy aquí y aquí me quedo,
con la paz interior de tu sonrisa
compartiendo la alegría y los miedos
del espejo que devuelve la mirada.
Me miro en el espejo
y apenas me conozco.
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