Esta tarde de otoño, de cielos grises que se agolpan en la distancia del horizonte, de viento que doblega los paraguas y los pensamientos de las personas, la lluvia es el regalo más hermoso.
Esta tarde de otoño, de cielos grises que se agolpan en la distancia del horizonte, de viento que doblega los paraguas y los pensamientos de las personas, la lluvia es el regalo más hermoso.
Hoy me entristecen, yo diría, me duelen donde el corazón no tiene cura, las palabras que Sánchez Dragó narra en un capítulo de su último libro.
Las desigualdades se manifiestan desde el mismo momento en el que nacemos. No es lo mismo nacer en el mundo desarrollado que en el mundo en desarrollo.
Hoy, 19 de octubre, como cada año en esta fecha, celebramos el Día Internacional del Cáncer de Mama. Una marca en el calendario, como una herida en la invisibilidad de tantas y tantas mujeres que han sufrido en el silencio más doloroso esta enfermedad.
Pronuncio la palabra MUJER, e inevitablemente, se me agolpan los nombres en la mente. El nombre de la madre y el de la amada, el de la abuela y el de la amiga, anticipándose a cientos y a cientos de nombres que conozco: Violeta, María, Ana, Elena, Rosa, Mercedes, Juani, Nieves, Teresa, Lorena…. y hasta un infinito eterno de sonrisas particulares, de esperanzas en cada día y de preocupaciones a cada instante.
Hoy he tenido el honor de participar en la tercera edición de la Escuela de Pensamiento Feminista celebrada en Toledo. El concepto de igualdad está omnipresente en el discurso y en el debate que desde hace tres años organiza el Gobierno de Castilla La Mancha.
Las personas (mujeres y hombres) tenemos que ser capaces de entender un concepto de igualdad plural que se sustente en la base del respeto de las individualidades de los unos hacia las otras y de las otras hacia los unos.
Sin embargo, no podemos olvidar que en la base de la igualdad (en la base de la vida y de la convivencia) se encuentra el amor más sincero hacia los demás. El amor desinterersado que tan sólo pretende comprender y compartir, entender y respetar, posibilitar un espacio para el encuentro de las personas.
No obstante, después del día de hoy, he concluido la reflexión de que todo aún está por hacer y por conseguir y de que "No basta con creer en la igualdad":
No basta con creer en la igualdad
como un nuevo pensamiento
o una frase en la boca
en un momento puntual.
La igualdad es un derecho individual
que nos debe quitar el sueño.
Una apuesta colectiva
para sentirnos juntos.
La igualdad hay que lucharla cada día.
Nadie nos puede arrebatar
la libertad de ser
y de existir,
la posibilidad de participar plenamente
de nuestro tiempo
y de nuestro espacio
- breve ámbito temporal
en el devenir de la existencia -.
Y no podemos permitir
la invisibilidad de algunos.
Nos urge la complicidad de todos
para seguir avanzando
y tus manos compañeras
entrelazadas con las mías
para que caminemos juntos.
No somos conscientes de la libertad que disfrutamos hasta que un día la perdemos.